Huella de Carbono, el impacto de nuestros viajes

La renovada web de IBERIA, nuestra compañía aérea de toda la vida -para los españolitos de cierta edad- (siempre en polémica por su difícil viabilidad y las famosas huelgas de pilotos y demás conflictos...), ya incluye un amplio espacio sobre medio ambiente con comunicación basada en indicadores de sus principales impactos ambientales.
Pero lo más destacado es la inclusión de una calculadora de la Huella de Carbono (http://bit.ly/1249MDv) de los trayectos aéreos para los viajeros, con amplia información de sus acciones de compensación y mitigación del impacto sobre el clima.
Además, y esto es lo más importante a mi juicio, y lo que le da mayor valor, cuyos mecanismos de cálculo para el inventario de emisiones anual han sido certificados por AENOR en base a la norma ISO 14064-1, incluyendo los datos de distancias entre aeropuertos, la cantidad de pasajeros por clase, pesos de equipajes, catering y mobiliario, la base de datos final y los resultados de la huella de carbono ofrecidos por la calculadora en la web. De ahí la importancia de su uso por parte de todos en nuestros viajes con IBERIA, puesto que ello hará posible un cálculo más cercano a la realidad y no una más o menos "grosera" estimación de las emisiones reales...
Esta herramienta, que ya vienen usando desde hace tiempo otras muchas compañías de aviación civil en el mundo, y cada vez más también las grandes cadenas hoteleras, es una sencilla forma de sensibilizar a los viajeros y turistas acerca del verdadero impacto sobre el clima.

Recordemos que el turismo genera aproximadamente un 5% de las emisiones anuales de CO2 a la atmósfera, del cual más menos un 1% se deriva del consumo energético en los alojamientos y el 4% restante de las emisiones procedentes de los medios que empleamos en nuestro transporte y movilidad, la mayoría de los desplazamientos aéreos, algo lógico en una industria turística cada vez más global. 
Una cantidad nada desdeñable, que nos debería hacer reflexionar por un lado sobre el verdadero alcance de los impactos del turismo, pero también sobre nuestra responsabilidad con el planeta a la hora de optar o priorizar las empresas de transporte y los establecimientos hoteleros más eco-responsables y comprometidos con un desarrollo sostenible. Siempre, claro está, de forma verificada y transparente (memorias de sostenibilidad, certificaciones, ecoetiquetas...) y cuando además se trate de compañías u hoteles que hagan una decidida apuesta por la concienciación y la comunicación medioambiental clara y efectiva hacia sus clientes.
¡A volar a nuestro destino!